La dureza del agua provoca problemas, tales como manchas en muebles de baño y cocina, manchas en vajillas y cubiertos, piel reseca y cabello duro después del baño, además de provocar mayor consumo de detergente y suavizante de telas.
Como problemas mayores, causa daños irreversibles en calentadores de agua,taponamientos de tuberías y daños en válvulas y herrajes.